Día 21 de Octubre.
Visitas de la mañana. GRECCIO Greccio al atardecer (foto de la anterior visita que hicimos Amelia y yo)
Pues en Greccio estamos en nuestro primer día y presetándoos al grupo de los 45, sin ni siquiera haber sacado las maletas del autobus (la foto que encabeza es por la tarde, delante de la catedral de Orvieto).
No quiero hacer "spoiler" pero ya se pronosticaba que el viaje sería un éxito, en el que mucho ha tenido que ver el magnífico ambiente creado entre todas y cada una de las personas participantes. También he de decirlo, agotador, pero aceptado con la entereza que caracteriza a frailinos y allegados, aunque os aseguro que el Poverello debió darnos alas pues, y por ejemplo, a la nada de aterrizar volver a subir hasta los 665 metros sobre el que se eleva el Santuario di Greccio (Aquel del primer Belén...) ya auguraba que esto iba en serio. Fue una de las proezas que conseguimos todos… y bien que nos elevó cuando nos vimos arriba, estando a tan solo hora y media de haber puesto los pies en el aeropuerto de Roma. Mientras grababa esa ascensión, entre bromas de ánimo a unas y otros, recordaba lo escrito por el primer biógrafo de Francisco, Tomás de Celano, refiriéndose a la Navidad de 1223, “… Llegó el día, día de alegría, de exultación. Se citó a hermanos de muchos lugares; hombres y mujeres de la comarca, rebosando de gozo, prepararon según sus posibilidades…”
Nosotros, “rebosando de gozo tras la subida” pero exhaustos, pudimos contemplar aquel paisaje y aquella gruta donde “el santo de Dios” quiso recordar el momento del nacimiento de Jesús. Cuando visitas monumentos extraordinarios, admiras la belleza en esa monumentalidad que abruma al espectador desde el esplendor con que los grandes arquitectos, escultores y pintores realizaron los encargos para fines tan nobles; el espacio en Iglesias, Basílicas y Catedrales nos llevan a que ese entorno haga trascender a los fieles ayudados de la decoración o de su ausencia, vitrales, la propia luz, las esbeltas y rotundas columnas, las bóvedas, las nervaduras… fluyendo hasta el cielo en alabanza de Dios. Pero llegas aquí, a este nuestro primer hito del viaje y todo queda en la esencia. No hay espectáculo ni otra ayuda para trascender, que sentirte en aquel momento de júbilo espiritual sin más aparato que la humildad y la pobreza en la se empeñó el fundador de la Orden. Abro bien los ojos y por un momento estamos solos con nuestra propia capacidad de abstraernos en ese entorno rodeado de bosques llenos de helechos y robles, cuyos orígenes parecen tener sus raíces en la creación del mundo. Y como dice el relato “no podemos imaginar lugar más adecuado que aquel retiro montañés, para situar en él aquellos últimos años de la vida de Francisco”.
Y allí nos vamos, a visitar las celdas en madera donde San Buenaventura y demás hermanos convivieron; detrás, en un hueco excavado en la roca, el lugar donde el santo dormía y aquella almohada de plumas, que le regaló el benefactor Giovanni Velita, le impedía conciliar el sueño. Finalmente y visitada también la primitiva iglesia pasamos a la más moderna, construida en 1959, por cierto, muy bien integrada en el conjunto y sin estridencias rupturistas. En la misma se acogen distintos nacimientos. Un gozo añadido para los que el belenismo, tanto en su factura como en visitarlos, forma parte de la actividad tradicional de diciembre.
Hay quien piensa que los escépticos estamos ausentes de sensibilidad ante estas manifestaciones propias de los católicos practicantes. Gran error, la espiritualidad es más compleja y para mí es emocionante poder revivir ese momento en Greccio, os lo aseguro, y más con la trascendencia que tuvo y tiene en nuestra cultura. No me resistí tras aquella otra mi primera visita y de ahí vino hacer aquel año en casa el "Belén franciscano" que conocéis por el vídeo con el que llevamos felicitandoos tantas navidades . FOTO: https://www.rietinature.it/es/
Hoy, esa pequeña gruta, se conserva tal cual fue acondicionada tras la muerte de San Francisco. Una piedra plana sin más, sobre la roca, sirve de altar. A modo de retablo y directamente sobre la pared de la pequeña bóveda, pinturas del siglo XIII con el belén y Francisco postrado ante la escena, detrás sus seguidores, que también siguen el oficio del sacerdote. A la derecha de esta gruta, un pequeño ventanuco da al pasillo de acceso al modesto monasterio que recorrimos.
Hay quien piensa que los escépticos estamos ausentes de sensibilidad ante estas visitas propias de los católicos practicantes. Gran error, la espiritualidad es más compleja y para mí es emocionante poder revivir ese momento en Greccio, os lo aseguro, y más con la trascendencia que tuvo y tiene en nuestra cultura. No me resistí tras aquella otra mi primera visita y de ahí vino hacer aquel año en casa el Belén franciscano que conocéis y su vídeo, con el que llevamos tantas navidades felicitándoos.
Día 21 de Octubre.
Visitas de la tarde ORVIETO La parada de la comida conlleva no solo reponer fuerzas, también es cambio de impresiones y convivencia, en este caso y considerando que a las 6:00 a.m. ya estábamos en el aeropuerto, me admira que tras la tranquila sobremesa nuestras ganas de marcha estén a tope, así que autobús y en poco más de una hora aquí estamos. Naturalmente que también Orvieto tiene vínculos con Francisco, pero no da tiempo a tanto. Eso sí, os doy una brevísima pincelada. No vimos la Iglesia que lleva su nombre y que está situada en el lugar donde se asentaron los frailes franciscanos desde 1216. Mas tarde, en 1262, se reformará la pequeña iglesia según directrices de San Buenaventura que vivirá allí entre 1262 y 1264. El tiempo apremia, pero ¡lástima! nos han cerrado la Catedral más temprano de lo previsto y por más que Pablo lo intenta, no ha podido ser, así que para la próxima nos queda pendiente su interior. Siempre hay que dejar algo para volver. Sólo por fuera es sublime y la iluminación nocturna le da un cierto aire de misterio sin que pierda un ápice de tanta belleza, como observáis en la foto de cabecera. Alguna más aquí abajo. Esta, de día, es de cuando estuvimos Amelia y yo. ¿La veis? Si, esa cabeza pequeñita de abajo en el centro. ¿A que es magnífica? Hablo de la Catedral (mi chica ni lo dudo). Os doy algún dato, aunque sea repetitivo para los que con tanta atención escuchamos a nuestra guía, como deja constancia Joaquín en la foto que sigue. Al fondo veis algun rezagado del grupo sentado en los bancos, pero os aseguro que la contemplación de tanta belleza te agarra al asiento y no es fácil despegarse.
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En 1290, el Papa Urbano IV decidió su construcción pues quería que el templo acogiera el Relicario del Corporale, dado que la importancia de semejante reliquia precisaba semejante obra. Y con esto me refiero al milagro ocurrido en la Iglesia del pueblecito cercano de Bolsena, cuando oficiando la misa, un sacerdote que dudaba de la transustanciación (Conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo) partió la Sagrada Forma y de inmediato brotó la sangre de Cristo que cayó sobre el corporal.
Dicho pañito se conserva dentro de otra obra maestra de la orfebrería datada en torno a 1335 y que representa la fachada de la Catedral en miniatura. Con estos datos, a nadie le cabe duda que la celebración principal de Orvieto es el Corpus Christi… y por ende que fue desde entonces declarada festividad para todo el orbe cristiano por el mencionado papa, que a la sazón se encontraba en la ciudad.
Todo este relato y el recorrido externo de la Catedral, comentado por Begoña, nuestra guía, fue posterior a la de otro lugar sorprendente, el pozo de San Patricio, al que algunos valientes bajaron sus 248 escalones en rampa hasta 53 mts de profundidad. Sí, también los subieron… por distinto camino, pues la escalera es de doble hélice. Esto hacía posible que los burros (me refiero in illo tempore) pudieran subir y bajar cargando los recipientes con agua sin tener que cruzarse por el camino. Y para que constancia quede (de nuestro paso por el lugar en este tiempo) Joaquín se encargó de ello. Y rememorando las palabras de nuestra murciana guía, del porqué de semejante obrón, os cuento: Que Lutero quisiera llevarse por delante la catolicidad de la iglesia de Roma chocó de frente con el primer rey Carlos de España y V de Alemania, de modo que se tomó en serio la lucha contra el protestante… pero eso de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico no lo veía el Papa con buenos ojos y allá que se alía con Milán, Venecia y Francia. Ya sabéis, que el gabacho rey Francisco I, como que no con el nieto de los Reyes Católicos, y el Pontífice como que tampoco con el Hispano Germánico… ¡Para qué quiero más! A la guerra que vamos y claro, Carlos era mucho Carlos y va ganando pero escasean los remanentes económicos ¿que hace la tropa? Pues saqueo Roma y me cobro la paga. Era el 6 de mayo de 1527. Al Papa, que era Clemente VII, le liquidan su guardia suiza en las mismísimas escaleras del Vaticano. Huirá por Il Passetto, el pasadizo que une la sede papal con el Castello de Sant'Angelo, pero será como una ratonera y allí queda un mes hasta que se aviene a razones... eso sí, previo pago de 400.000 ducados y algunas importantes cesiones territoriales (le iba la vida en ello).
¿Que por qué tan larga introducción al Pozo de San Patricio? Paciencia, ahora os lo cuento. El proceloso Papa se refugia en Orvieto, que dada su situación sobre la roca inexpugnable era el lugar ideal como bien se aprecia en esta foto de F. Bisagnano En estas y barruntando que pasaría allí una larga temporada, en caso de asedio, no podía faltarles el agua ni a él ni a quienes le iban a defender. Lógico. Así que se puso a ello. Y ahí comienza la construcción de este pozo tan singular. Total, y por sintetizar, que cuando se terminó dicho pozo en 1537 era tiempo de otro papa, pues para entonces Clemente se había muerto, de forma y manera que ¿ya paqué? y más considerando que su sucesor vivía en el Vaticano. Y ahí quedó el pozo, sin asedios y sin palacio papal. El caso es que, pasado el tiempo se fue salvando, incluso de las bombas aliadas en la segunda guerra mundial, de modo que ahí dejó el arquitecto Antonio da Sangallo il Giovane una sorprendente y extraordinaria obra de ingeniería hidráulica y arquitectónica del medievo para admiración de propios y turistas. Os dejo uno de los diseños que se conservan del autor:
A Clemente VII le sucedería Paulo III… madre del amor hermoso la que este montó en Perugia. Pero ya llegaremos allí.
Es lo que tiene el viajar, se cansa uno, pero te hace más sabio. Una vez más olvidé preguntar cómo es que no usaron las norias árabes, tan populares ya por entonces en la España Imperial, en vez de ese “trabajaso” de pozo. En fin, lo dicho. Imaginad, estamos en el primer día de nuestro viaje y aún no hemos llegado al hotel. Pero es que, además, tiempo hubo para recorrer callejuelas levemente iluminadas que nos acercaban a la época de su construcción. Vemos pocos viandantes, un gato nos mira tras el cristal de una ventana y parece preguntarse el porqué de tan numerosa ronda nocturna… más de cuarenta españoles a estas horas y por estos callejones… debió pensar “mejor gato encerrado” pero en italiano, lógicamente, “miglio gatto rinchiuso”. Y ahí lo dejé para la posteridad Hora y cuarto y ya en Asís. Junto al hotel, un agradable restaurante nos tenía preparada la cena con rico plato de… ¡pasta! y otras viandas propias de la tierra y de la tierra será el rico vino que degustamos. Todo muy merecido.
Teniendo en cuenta que a las seis de la mañana de ese primer día ya estábamos en el aeropuerto, las once de la noche no fue mala hora para entrar en la habitación, deshacer maletas y… ¡¡Qué grupo más disciplinado!! aún teníamos en proceso la digestión de la cena cuando “alle sette del mattino” estábamos todos untando el croasant con “burro” y triple servicio de café… No fue este, pero días hubo que la cháchara nocturna se excedió pasando de completas a maitines y hasta a laudes, siendo a diario, la prima, la hora a la que Pablo, nuestro “Rector”, tocaba diana... Imaginad el tute considerando que las jornadas estaban más concentradas que un expreso (de café italiano se entiende).
Greccio, Orvieto y a seguir, que queda Asís, Gubbio, Arezzo, Monte La Verna y su Santuario, Perugia, Roma… y consecuentemente, además de Cesco, todo el arte que puede abarcarse desde Cimabue a Giotto pasando de Perugino a Rafael… e incluyendo a la familia della Robia, sin olvidarnos de Piero della Francesca… hasta Bernini que trae delante a Miguel Ángel y cuantos tocaron con la fuerza y espiritualidad de su arte aquella tierra, la temática de aquel santo varón… y tantas otras. Habéis leído bien, no hemos hecho más que empezar. |